Los pueblos más bonitos de los Pirineos Atlánticos en Francia

Francia es uno de mis países preferidos cuando busco pueblos con encanto. Tiene infinidad repartidos en todas sus regiones como los que ya enseñé en la Alsacia. Pero hoy me centraré en el departamento de los Pirineos Atlánticos, dentro de la región de Aquitania. Están muy cerca de la frontera con España, ideales para recorrerlos si pasas por el País Vasco o Navarra. Todos ellos se pueden ver en poco tiempo, incluso combinando 2 en un día. Si quieres conocer los pueblos más bonitos de los Pirineos Atlánticos en Francia, ¡toma nota!

Ainhoa

Esta bonita localidad de los Pirineos Atlánticos en Francia se puede recorrer en un par de horas, eso si, serán suficientes para enamorarse de este pequeño pueblo. Sus casas respetan la arquitectura tradicional vasca con el entramado y carpintería en rojo, verde, o incluso alguna atrevida en azul. Los vivos colores contrastan con el blanco de la fachada y las esquinas reforzadas en piedra. El pueblo en sí, es bonito por lo cuidadas que están, mérito de sus habitantes.

Pirineo Atlántico francés

Historia y origen

El pueblo fue originariamente lugar de hospedaje de peregrinos durante el Camino de Santiago a su paso por los Pirineos Atlánticos. Luego durante la Guerra de los Treinta Años fue completamente arrasado, y el aspecto que tiene hoy en día se remonta a su construcción entre los siglos XVI y XVIII.

Qué ver en Ainhoa

Es un pueblo turístico a pesar de su reducido tamaño y de componerse básicamente de una calle principal. Pero forma parte de la asociación de “los pueblos más bonitos de Francia” y eso le da cierta popularidad. Para visitar Ainhoa te recomiendo aparcar en el principio del pueblo y recorrer su calle principal donde están todas las casas tradicionales, cafeterías, tiendas de souvenirs y algún restaurante. Puedes ir por un lado y volver por el otro para no perder detalle.

Aparte de los caseríos, verás la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y su cementerio. Es curioso como en Francia cuidan especialmente los cementerios, suelen estar tan a la vista que hasta invitan a pasear por allí. La iglesia destaca por su campanario, una torre del 1823. Como el resto del pueblo, aunque tiene sus orígenes en el siglo XIII, sufrió remodelaciones entre los siglos XVI y XVIII.

Espelette

El segundo pueblo que recomiendo visitar en los Pirineos Atlánticos en Francia es Espelette. Mantiene la arquitectura y diseño de los caseríos que tiene Ainhoa, sólo que este es un poco más grande. En verano está muy animado y recibe muchísimo turismo. Lo que más famoso ha hecho este pueblo, son los pimientos rojos secos “piments d’Espelette”. Los verás colgados en manojos de cualquier fachada hacia final del verano mientras se secan.

Piments d’Espelette

La introducción de este ingrediente en Espelette remonta al 1650, primero utilizado con fines medicinales y luego como conservante. Hoy en día es un imprescindible en la cocina tradicional vasca. El Piment d’Espelette ha conseguido incluso la denominación de origen y cuenta con su propio festival, celebrado durante el último fin de semana de octubre.

Qué ver en Espelette

Su casco urbano es prácticamente todo peatonal, lo que facilita mucho visitarlo y además se conserva más bonito si cabe. Es un lugar encantador donde pasear entre sus tiendas de productos artesanos, boutiques de delicatessen y restaurantes. Como decía, la arquitectura de los caseríos es lo que embellece tanto al pueblo, mayormente con ventanas y entramado de color rojo. Si quieres salir del circuito habitual, puedes pasear hasta la iglesia de San Esteban alejada del área más concurrida. Data de finales del silo XVI y cuenta con un retablo barroco en su interior y galerías de madera.

Saint Jean Pied de Port

Otro de mis pueblos preferidos de la región de los Pirineos Atlánticos en Francia y muy cerca de la frontera con España es San Juan Pié de Puerto. Es una excursión ideal que puedes combinar con el norte de Navarra. El nombre de Saint Jean Pied de Port nos da una pista de dónde se ubica, a los pies del mismo puerto de montaña en los Pirineos Atlánticos de Francia.

Origen e historia

Fundada en el siglo XIII, fue una ciudad fortificada que pertenecía a la Baja Navarra. Debido a su localización fronteriza eran frecuentes los conflictos, así que en el siglo XVII se construyó una Ciudadela que protegería a la ciudad de las invasiones. Esto sucedió bajo el mandato del Rey Luis XIII que unió en aquel entonces las coronas de Francia y Navarra bajo el gobierno de Richelieu.

Probablemente te suene por ser el punto de origen del Camino De Santiago francés. San Juan Pié de Puerto ya era en el siglo XII el lugar donde los peregrinos cogían fuerzas para cruzar los Pirineos. La verdad que no se me ocurre mejor sitio para iniciar la aventura, este pueblo es realmente precioso.

Qué ver en Saint Jean Pied de Port

Un paseo por esta villa debe de comenzar entrando por algunas de las puertas de la muralla que bordea el casco histórico, ya sea la puerta de Notre-Dame, la de Navarra, la de Francia, la de Santiago o la de España. Una vez dentro de la muralla puedes comenzar subiendo a la Ciudadela para admirar las mejores vistas de San Juan Pie de Puerto. No sólo podrás contemplar la vista panorámica de la localidad, si no también la del precioso entono verde que lo abraza. La Ciudadela tuvo denominación militar hasta 1920 para ser declarada Monumento Histórico. Hoy en día es un colegio.

Otro lugar interesante es el Camino de Ronda, un paseo por la parte alta de la muralla donde tendrás una perspectiva diferente. Puedes subir por las escaleras que hay ubicadas en las puertas de Francia, Navarra y Santiago.

Y por supuesto, callejear por la parte antigua es lo que acabará por enamorarte de este pueblo de los Pirineos Atlánticos de Francia. La Rue de la Citadelle es la calle principal que va de la Puerta de Santiago hasta el bonito puente de San Juan. Durante este recorrido, verás las casas tradicionales blancas y rojas, pequeños comercios artesanales, boutiques de productos gourmet y por supuesto restaurantes. En esta calle está la Prisión de los Obispos, hoy en día un museo donde aprender más sobre el Camino de Santiago. Tras cruzar el Puente de San Juan te encontrarás en la Calle de España, el antiguo barrio de los artesanos y comerciantes. Llega hasta la Puerta de España, lugar donde termina la zona antigua de San Juan Pie de Puerto.

Sare

El coqueto pueblo de Sara (Sare en francés) es otro de los que pertenecen a la asociación de los pueblos más bonitos de Francia. Por ello no puede faltar en esta lista, siendo que su localización está en los Pirineos Atlánticos. Siguiendo la estética de los pueblos comentados, Sare también cuenta con las casonas vasco-francesas. Así que para no repetirme, te cuento qué tiene de diferente.

Qué ver en Sare

El tren cremallera de Larrun es un antiguo tren que te lleva por los montes desde el alto de San Ignacio hasta la cima del monte Larrun (La Ruhne en francés). Las vistas desde arriba son increíbles y el tren conserva el mismo encanto que cuando se construyó en 1924. Sin duda, es una de las actividades que no te puedes perder en Sara.

El caso antiguo del pueblo rodea la iglesia de San Martín y la plaza del pueblo, se recorre rápidamente ya que no es muy grande precisamente. Como ya viene siendo costumbre, a los pies de la iglesia está el cementerio donde muchas tumbas tienen las estelas vascas.

Para terminar la visita de Sara, puedes ir hasta las Cuevas de Sare que están a unos 7km. Hacen visitas guiadas en español. En sus cámaras subterráneas verás, entre otras cosas, los fósiles que demuestran cómo hace miles de años, esta tierra estaba inundada por el mar.

Biarritz

El departamento de los Pirineos Atlánticos de Francia también tiene costa al oeste, y además con lugares destacables. El primero es Biarritz, una pequeña ciudad llena de elegancia, glamour. Es uno de los destinos preferidos de playa en los que practicar surf. Para ello, la ideal es la playa de Anglet. También está la Grande Plage y la Playa de Miramar, las más populares para disfrutar del mar.

Para conocer la esencia de Biarritz basta con pasear entre sus calles y sus edificios señoriales. Es muy diferente a los otros pueblos que hemos visto en este artículo. Aquí dejamos de lado la arquitectura vasca para conocer la época dorada del art-déco y el estilo belle époque. El gran Casino es el que más representa esta arquitectura.

Qué ver en Biarrtiz

El Hôtel du Palais es un hotel de lujo ubicado en un edificio histórico del s.XIX, otro de los lugares que puedes incluir en tu visita a Biarritz. Fue construido para la emperatriz Eugenia (mujer de Napoleón III). Delante hay una iglesia muy curiosa, es la iglesia ortodoxa Alexandre Newsky, edificada por aristócratas rusos que frecuentaban Biarritz hasta la Revolución soviética. 

El pequeño Port des Pêcheurs es un antiguo puerto que hoy en día se utiliza para pequeñas embarcaciones de recreo. Muy cerca, se encuentra la cala de Port Vieux, ideal para ir con niños, por estar más protegida y sin oleaje.

El siguiente lugar que visitar es la Roca del Virgen (Rocher de la Vièrge) al que se accede a través de un largo puente peatonal. En esta roca, se encuentra la estatua blanca de la Virgen con el Niño. Merece la pena llegar allí aunque sea sólo por las vistas que se alcanzan.

Y si te queda tiempo, te recomiendo subir hasta el faro de Biarritz, una de las postales más bonitas de la ciudad. Para llegar, lo mejor es coger el coche ya que hay aparcamiento disponible y para ir caminando queda algo lejos. También llega el autobús público (NSCH). Si quieres subir al faro, tendrás que pagar una pequeña entrada y subir mas de 250 escalones. No es algo imprescindible ya que las vistas desde abajo ya son increíbles.

Saint-Jean-de-Luz

El pueblo costero de San Juan de Luz es uno de los que no pueden faltar en tu visita a los Pirineos Atlánticos. Está muy cerca de San Sebastián, una excursión ideal de un día junto a Biarritz si estás de ruta por el País Vasco. Se puede empezar la visita del pueblo recorriendo el largo paseo que bordea la playa. Las casas tienen el acceso a través de puentes o pasarelas y la arquitectura es de más variada

El pueblo cuenta con un bonito y animado casco antiguo. La iglesia de St-Jean Baptiste está considerada de las mas bellas que País Vasco francés. Alberga un gran altar barroco, testigo del enlace del rey Luis XIV y la infanta María Teresa (hija de Felipe IV de España). Siguiendo el recorrido por los edificios de mayor importancia histórica de San Juan de Luz, hay que visitar la casa de Luis XIV. Se trata de una mansión del 1643 situada en una bonita plaza. Aquí, el antiguo rey de Francia, vivió sus últimos días de soltería antes de casarse. 

Mapa de los pueblos más bonitos del Pirineo Atlántico Francés

Espero que este artículo te sea de gran ayuda para preparar tu viaje por esta zona tan bonita de Francia, combinando pueblos de cuento con unos preciosos paisajes alrededor. Si quieres viajar por libre pero ahitarte toda la búsqueda y logística de la ruta, ¡yo puedo planificar el viaje completo por ti!

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2 comentarios en «Los pueblos más bonitos de los Pirineos Atlánticos en Francia»

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